Sierra Morena

Es el borde meridional de la Meseta. Los bordes son las alineaciones montañosas que la delimitan. Está orientada de noroeste a suroeste, paralela al sistema central.

No es en sentido estricto una cordillera (ya que no es una sucesión encadenada de sierras o de relieves continuos), sino una flexión del zócalo hacia el Sur; ese zócalo desaparece bajo la depresión bética. Vista desde Castilla-La Mancha, Sierra Morena no es más que un sector de penillanura flexionado hacia el Sur; ésta flexión en algunos puntos se traduce en fracturas (ejemplo: Linares-La Carolina).

En Sierra Morena puede observarse un claro ejemplo de disimetría del relieve al quedar las bases de la vertiente norte más altas que la del Sur, las aguas que van a parar a cada una de esas vertientes mostrarán distinta capacidad erosiva, lo que hace que la red hidrográfica de la zona meridional sea más agresiva, por lo que la divisoria de aguas queda desplegada hacia el Norte.

Todo el conjunto es de roquedo paleozoico, formado sobre todo por cuarcitas, pizarras y granito de tonalidades muy oscuras y que es el origen del nombre de ésta unidad de relieve.

Distinguimos los siguientes sectores:

·         Sector occidental: Desde Lluerga a Sevilla. Presenta una disposición de O-E, formada por sierras bajas como Aroche y Aracena (917m de altitud). Los valles están escavados por las redes del Guadiana, Guadakquivir, Tinto y Odiel.

·         Sector central: Entre Córdoba y Jaén; presenta un relieve más enérgico, como las Sierras de Puertollano y Madrona, que flanquea el valle de Alcudia cuyas pizarras han sido vaciada por el río Jándula.

·         Sector oriental: Al este de Despeñaperros; está constituido por suaves cuestas de cuarcitas. Cabeza de Buey (1155m) y pizarras.